Más de un 16% de los compostelanos obligados a pagar el impuesto de matriculación le dan esquinazo a esta tasa.
Son unas 9.000 personas.
En algunos casos la venta del vehículo o la decisión de darlo de baja sin comunicárselo al Ayuntamiento es el motivo de seguir recibiendo los recibos y de que no los abonen.
Sin embargo, son frecuentes los contribuyentes que, pese a continuar censados en Santiago y tener su coche matriculado en la ciudad, se van a vivir a municipios cercanos y toman la decisión de no pagar más el gravamen.
Para perseguir estos casos, el Ayuntamiento ha contratado una empresa.
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